Monday, May 29, 2006



19/12/03 1:52

Pensamientos en el cuarto de baño.


Mausoleo para vírgenes, pero contigo, princesa, toma un carácter especial de reino de la belleza. Me gustaría captar tus movimientos desnuda y plasmarlos en pinturas que luego recrearía junto con mis recuerdos. Tenerte dos veces, tenerte al cuadrado.

Todo un paisaje acuático, concentrado en tu figura brillando con el agua que salpica todo tu cuerpo, gotas, burbujas, piel rosada y fresca. Erotismo cotidiano, pero yo no me acostumbro. Ni quisiera acostumbrarme nunca. Gracias Dios por crear la tierra, el agua y a la mujer bella y gracias por meterme dentro del paquete.

Movimientos femeninos fantásticos. Cuando levantas los brazos y sacudes el pelo, alzas esos pechos con sus areolas morenas y el reguerillo de agua que cae por el canal a tu barriga y de ahí se pierde entre el bello de tu pubis. La gota que cuelga de un pezón, “plíinn” el brillo de luz mágico. Todo un spot imaginario.

Si tienes rubor ya puedes girarte, por detrás eres otra maravilla. El agua del pelo te resbala por la espalda, te cruza la cintura y se esconde en el canal de tu trasero partido en dos glúteos, para repetir la maravilla. Maravilla al cuadrado.

Tus piernas son columnas tersas. Dos. Buena idea de la creación, esto de repetir. Y se unen o se separan, según el punto de vista. Desde arriba; por detrás melocotón gigante, por delante monte de Venus, que esconde por debajo... Hummm ya me lo pensaré.

Fragancias entre el vapor de agua, de jazmín, de limón, de fresa. Maderas de oriente, musgo, almizcle, que sé yo. Hasta el papel higiénico, el dentífrico y la cera de depilar, despiertan mis estímulos nasales. Ungüentos para sufrir y estar bella. Te juro que lo consigues.

Te paso la toalla torpemente, preferiría que me creciera el ruso de algodón directamente de mis manos. Yo sería, todo toalla amorosa. Te miro fascinado, por delante, por detrás, por arriba, por abajo. Mis ojos camaleónicos se ciegan por la maldita condensación en las gafas. OH Dios no olvidaste algo?. Nada más frustrante que las cataratas de vapor en los cristales.

Tu baño siempre me transpone, me inquieta. Necesito tu invitación expresa, para no sentir que invado tu intimidad. Si te vieras como yo te veo me entenderías. Aunque ya te lo imaginas y creo que eres muy responsable de mis desvaríos. Lo sabes bien.

Apoyas un pié en el bidet para darte crema en un muslo. Ya sabes donde se clavan mis ojos.

En pié las piernas abiertas y la cintura doblada en ángulo recto, te cuelgan, te cuelga la melena para recogerla en la toalla. Ya sabes que mis ojos te rodean.

Frente al espejo, los brazos en alto para cepillar los cabellos con energía. Los senos tiemblan a cada tirón. Ya sabes que se me saldrán los ojos de las orbitas.


Y no es para menos, puedo dibujarte a ciegas, desde todos los ángulos, todos ellos súper eróticos. Suerte que no te veo los huesos, prefiero quedarme en la superficie. O ¿Quién sabe, si por dentro estarás más buena?. Es igual.

Este es el santuario, la trastienda de tus trucos y martirios. Donde habita tu medio doble tras el espejo, a quién preguntas y solo te contesta de cintura para arriba. Donde haces y deshaces tu belleza una y otra vez, día tras día. Donde gastas los rollos de papel que repones a docenas.

Ya tengo tu permiso y lo disfruto paciente, sentado muy modosito en la taza del water (¿taza? el nombre se las trae). Como buen chico servicial, te doy todo lo que me pides, que si en el armario no se qué, y lo otro etc. Espero calladito disimulando mi acecho, hasta que tengas las manos ocupadas, para entrar al ataque por detrás de ti, frente al espejo.

Nos miramos reflejados y enmarcados. El vapor se condensa alrededor de las caras y torso, como en las fotos antiguas de familia, en esas que van de negro y ellas con bigote. Limpio el espejo con la toalla para verte toda. “Para verte mejor”, como le dijeran a caperucita.

¿Quién es la más guapa? No se lo pregunto al del otro cuento, es una tontería ya sé la respuesta, la tengo aquí de cuerpo presente y en pelotas. ¡Y que pelotas¡ No es una grosería es un pensamiento, una constatación mental de la realidad. Un par de dos... me gustan las paridades, que le voy a hacer

Parece que somos muchos pero no, estamos en familia. El otro soy yo, sin chaleco ni barbas visibles, quedan más abajo. Parece mentira pero es verdad estamos aquí y ahí, es tan fantástico que va bien la confirmación. Ni el espejismo me va a quitar el privilegio de estar contigo, estoy dentro y fuera del país de las maravillas.

Otro cuento. El del país de las maravillas “¡Que le corten la cabeza, diría la reina¡” me da igual, como el mantis religioso, seguiría moviendo la colita. Y el conejito “Me voy, me voy, que hago tarde hoy”

Me supero a mí mismo, ahora mezclo los cuentos con la madre naturaleza. La madre que te parió, ¿te hizo así o te has ido poniendo buena tu misma?. Es ontogénico y filo génico, se lleva en los genes y luego te toca o no te toca. Yo no sé si lo llevo en los genes, la naturaleza me empuja, siempre es bueno tener una excusa pensada para nuestros actos. Lo cierto que ya los tengo llenos otra vez y me muero de ganas de actuar. ¡No¡ Espera.

Vuelvo a la taza. Que duro es luchar contra la propia testosterona. Después dicen que no pensamos con la cabeza. La eterna dualidad y el temor atávico por el rechazo de la hembra, esto si que es autocensura de la dura, aquí sentado en el water en la postura del pensador, mirándole el culo. De pronto un regalo que digo un regalo un xoc.

Levanta una pierna como una bailarina, la postura de la grulla pero con el culo más redondo y sin plumas. Se coge un pie y lo mete en el lavabo. Madre mía de mi vida y del amor hermoso. Dios premia a los pacientes. Yo sigo en la taza en el ángulo de visión perfecto.

Las patinadoras sobre hielo, hacen una pasada de espaldas sobre una pierna y la otra en ángulo recto con el cuerpo, con las falditas saludando hacen un brindis al público y cuando se acerca la cámara, zàs el tirabuzón y se acabó la visión. Pero esta, está a dos palmos de mis narices y sin medias gruesas ni salva slip. ¿Que hago? Esto no lo aguanta ni un mandil frente a la mandila de culo rojo recogiendo bayas.

¡Vaya, baya¡. Vaya se le ha caído el palito de rosa, ¿cómo no se me había ocurrido antes? el viejo truco de dejar caer el lápiz y hacer el submarino, yo nunca lo practiqué, como no fui a colegios mixtos. Ahora no llevo nada encima, lo único que se me cae es la baba. ¡Despierta que puede ser una provocación, un estímulo, una motivación, una insinuación¡

¡Una mierda, la eterna dualidad¡ Allá voy, pero no te tires en plancha que se ve mucho¡ Sí, sí, ya lo estoy viendo. ¡Lo que estoy viendo¡ ¡y a pelo¡ sin ponerme el espejito en el zapato. Nunca lo probé, pero me hice mayor pensándolo, cuando viajaba en servicios públicos y era moda la minifalda. Mentira siempre he ido en moto o en coche, pero lo he pensado cada vez que me he comprado unos zapatos, con aquellos taburetes de espejo inclinado. Son unos pervertidos.

Parezco un tiburón dando vueltas a su única pata. Xata no llames nunca a un fontanero que son unos chapuzas. Otros pervertidos. Me alegro de lo que le pasó a aquel, capuzado en cuclillas y la mujer pensando que era el marido (no me lo creo), le agarro por las bolas para hacerle una gracia y él se dio en el canto del lavabo, al levantar los cuernos súbitamente. Esa es la versión oficial, pero los maridos no enseñamos la regatera del culo ni apestamos a macho, eso debería ser lo que la atrajo a ella. La fantasía del desconocido.

Hace rato que tengo el palito en la mano, o a mí me lo parece. ¿Qué hago le subo por la pata como la serpiente del paraíso y le muerdo el higo? No era así la metáfora, era una manzana. No, no vayamos a tener un accidente inverso de fontanero y se parta el culo. Ya lo tiene bien partido y por el mejor sitio.

La adrenalina y la testosterona me hacen pensar demasiado y la voy a cagar, estoy en el mejor sitio pero no es el momento. Esta oración puede tener doble sentido para inteligencias rápidas. Me levanto sin esfuerzo, en estas situaciones es cuando hay que estar en buena forma. Siguiendo la vertical de esta columna del Partenón sin tocarla.. Eso un pedazo de parte que termina en un partenón. En dos partes según vas dándole la vuelta.

Toma cariño tu palito de rosa. Ella seguía hurgando con otra herramienta entre sus deditos. Nunca sabré si era el ardid de dejar caer el pañuelo bordado, de las damas de las enaguas y el escote de barco o de princesa, con corpiños de la “Señita Escal lata”y sujes balcón Wonder Bras. Estoy pensando demasiado y eso que no me ha subido la sangre a la cabeza al levantarme.

La ayudo a rescatar el pie del lavabo y da un saltito para guardar el equilibrio, yo la salvo. Menos mal que no tenía sangre en los cuerpos cavernosos, hemos tenido un pequeño roce con salvas sean las partes. ¡Por Dios siempre salvas¡ No sé dónde tengo ahora la sangre, pero por unos segundos no se ha dado con la rama entera, del palo de rosa: Ya empiezo a sentir las pulsaciones, inundando el pañol de proa. Ahora va de náutica.

Con tanta adrenalina estoy de un ingenioso que si me oyera pensar bajaría el volumen o me daría con el bote de laca en la cabeza. O un beso, no hay que descartar que todo puede que sea una estrategia de ella, como la mandila con sus bayas provocando al mandil..

Por si acaso la ayudo a bajar la pierna pues colaborar infunde confianza. Pero esta imagen no se me va a olvidar en la vida y la tengo de apunte dibujada de memoria en una libreta, a ella no le gusto cuando se la enseñé. No quiero ni imaginar la cara de la mona si el mandil le hiciera un retrato del culo en celo, suerte que los humanos no tenemos celo. . Esto solo lo entendemos los tíos. ¡Creo¡. Los humanos estamos siempre en celo y unos mas que otros. Tranquilo la libreta de campo no toca ahora, recobra el control.

En una mano tiene el frasco, en la otra mano el algodón. Ahora es mi turno, con las manos ocupadas no podrá detener mis osadías. El careto que sale por ahí es el mío, me va a servir de testigo. Que curioso hace rato que me dirijo al espejo como si hablara con él, me está distrayendo de mis intenciones, soy un vanidoso, no me veo guapo pero me pierde el creerme tan listo. ¿Será mágico? Lo que pasa es que soy un hombre con suerte, un simio agraciado e inteligente que sabe dibujar. Es bueno darse seguridad con refuerzos positivos.

No, no me distraigo, mi neurona da para mucho, además está en estado de contemplación en una zona delimitada. Tiene el automático puesto entre los pelos de arriba y los de abajo como límites, ojos, boca, cuello, hombro, axila, teta, zoom areola, barriguita, otra teta, zoom areola, otro hombro, boca, zoom labios, nariz de momento no, ojos concentración, penetración. Alarma, cuidado, los ojos lo dicen todo y los míos no saben mentir . Acción, pero con sigilo.

Acaricio sus hombros y le beso el cuello, ella sigue ocupada con el algodón y en la otra mano el frasco, no sabe la que le viene. ¿O sí? Se hace la desinteresada, sé que le gusta pero está muy sensible y el roce con el interior de sus antebrazos le produciría cosquillas.

Así que debo distraerla. Me apoyo en su espalda, primero mi pecho peludo y luego mientras mis besos le erizan el bello de su nuca, le paso mis manos bajo sus brazos hasta que aparecen por el espejo agarrándose a sus pechos.

Lo he conseguido, la he sorprendido, como el Alien y no me suelto. Hace un respingo y saca el trasero como defensa. Otro error mi paquete esperaba tal movimiento. La tengo atacada por delante y por detrás. Le muerdo el cuello pero con ternura, no como el León feroz que es un egoísta fanfarrón.

El león con tanta propaganda resulta ser un eyaculador precoz. Dicen que pega 20 polvos, pero de 20 segundo. De humano lo querría ver yo, al León. El rey de la selva, sin hacer nada, ni siquiera se peina, rugir es todo lo que hace, es el inventor de la publicidad. Si un humano ruge después de una cerveza, pongo por ejemplo, es un guarro. Y no digamos lo que apestan, los leones y algunos humanos también.

Hincas un diente a una humana y de la coz que te suelta te saltan todos los piños. Ya no te dejan chupar mas el cuello, un drácula mellado no tiene futuro. Y eso si no te da un rodillazo en las bolas y te cambia la voz para siempre, esto también estropea el futuro. Lo de las bolas les hace mucha gracia y se mueren de ganas `por probarlo. Bueno, sin ser tan exagerado, mas de un pellizco si me han dado, son medidas disuasorias para que pienses en posibles represalias.

Son muy buenas estrategas, dominan también esa otra dualidad característica del conductismo, premio versus castigo. Represalias y premios, insinuaciones y negaciones. Ahora te enseño y ahora no me mires. Me arreglo para mí misma, nunca me dices que estoy guapa. En algunas cosas, mejor pasarse por exceso y en otras por defecto. No te has fijado en mi ropa interior, solo piensas en mi como cuerpo. Y para ellas todo esto no son contradicciones, simplemente ellas deciden, que, cuanto, como, donde. Solo tenemos claro el porqué. Porque ellas son las que mandan.

En cambio las leonas son bastante mas claras y directas, por ejemplo eso de mearse en la cara del león para provocarlos, es definitivo, es genial. A mi no me gustaría, ni siendo león y a ellos también les debe molestar, por eso ellos les muerden el cuello a las leona, pasándose bastante de fieras por la fuerza, yo he oído rugir al león en la sabana. Y da miedo Es la ley de la selva. Tu me meas yo te muerdo veinte sin veces despeinarme y me cazas una cebra para luego.

Estoy contento de haber nacido hombre, ya que no me tocó ser mujer. En esto, un intermedio todavía está mal visto, quién sabe si con el tiempo seremos iguales. De momento me gustan las leos, y no para morderlas y todas las estrellas del universo también..

Señor león, que no, que así no se trata a una dama, además está feo dejar marcas. Ternura y cariño y mucha imaginación, eso es lo que les gusta a las damas y que les hagas reír pero sin quedar como un gilipollas, pues entonces no te encuentran viril y pierden todo el interés por ti, salvo su interés. ¿Lo pillas?

No es fácil el rol de hombre tierno y varonil a la vez, si por lo menos se explicaran. Todo lo más que te dicen es “a veces me gusta la ternura, a veces la fuerza, tu tendrías que saberlo que eres el hombre” té quedas igual y sin poder responder. Ahí está el arte, no valen los tópicos, ni los chistes que casi siempre son machistas y desunen los sexos. Luego sequía y muchas excusas.

Nos acusan de que todos los hombres solo pensamos en el sexo, en cambio cuando ellas ven a un chico guapo, su frase favorita es “se le puede hacer un favor” es una mentira, es ella la beneficiada ¿que han hecho ellos para merecer un favor? Eso es agravio comparativo dan ganas de no esforzarse más ¿porqué no dicen? “Se le puede echar una meada en la cara”. Me parece que se me ve el rabo, me callo pues he caído en la cuenta, de que es envidia por no ser hombre objeto.

En esto los hombres podemos ser brutos pero somos más sinceros. Un macho dice “a esta le pegaría un polvo” queda muy feo y Dios me libre de defenderlo pero dice la verdad. Las féminas buscan a los guapos por el sexo, ellos lo tienen de lujo y en su sitio, entre las piernas. Los demás lo tenemos gracioso y en el cerebro, como si cupiera todo en la cabeza. Yo no me quejo, pues soy bastante ingenioso, pero vamos a ser sinceros. Es mas cómodo cuando te lo buscan en la bragueta, más cómodo no es la palabra, más clarificador.

Conste que no pido nada para mí, que ya estoy bien así de momento. Por 20 segundos mas o menos no me cambio, que viene la virgencita del milagro y te mean todas en la cara, creer no creo en los OVNIS pero cosas más raras se han visto. Muy guapo tampoco, “que si eres un tonto engreído”, que si un egoísta y a ver si sales del armario etc.. Además no creo en milagros de las virgencitas, prefiero los milagros de las princesas que también existen.

Aquí mismo tengo una princesa, leona por cierto, de carne y hueso. La carne la tengo bien cogida y el hueso, si no me lo rompe va ha ser el centro de la lucha, la eterna ley del universo y la palanca. Lo de mover el mundo solo con una palanca no funciona, a menos que tengas el punto de apoyo. Muy listo el creador, al poner eso del punto G que hay que buscar, así tenemos excusa para enredar por ahí. Je, Je, Je.

Muchas no se dejan buscar yo creo que es por que lo quieren dominar todo y estar en todas partes. Como ellas no se ven bien sin espejito, no saben si están guapas y no quieren que las mires por sí acaso. Se sienten inseguras, por eso es importante hablarles en la oreja de arriba y darles besitos, muchos besitos. Las leonas se dan muchos besitos entre ellas, para reconocerse y olerse.

Cuando una dama te huele bien te reconoce, ya solo tienes que esperar “cuando ella quiera”. Siempre cuando ella quiera, si fuerzas la situación a lo mas que se puede llegar es a que finjan y te hagan el favor. Los favores se pagan y si té enteras es patético y si ellas quieren, té enteras. Más doloroso que los piños hundidos, es sentirse patético, empiezas a recordar las meadas en la cara y ya dudas de todo, ya todo te huele a orín ya no eres el león poderoso. Has perdido el estatus que ella te otorgara.

Digo en el caso del león. Lo otro es parecido pero se llama lluvia dorada y no solo por el color, pues dicen que es mas caro, tiene sobre precio como servicio. Yo no le veo la gracia, puede ser fijación infantil. Yo también tuve un orinalito de pequeño, con un ojo pintado y no me han quedado ganas de que me miren desde el water ni meterme yo en la taza.

El espejo, sí tiene su miga. El espejo es el símbolo de la inteligencia, es el reconocimiento de nosotros mismos. Ella guapísima de ombligo para arriba y yo un careto que asoma por su hombro, pero los ojos es lo importante y nos reconocemos por ellos. Hace ver que no quiere, pero veo en sus ojos que le gusta mi presencia masculina en segundo término.

Nos vemos reflejados en el espejo buscando nuestra mirada, para fijarla y tratar de dominarnos el uno al otro, a ver quien puede a quien. Si se te escapa la mirada, has perdido Ella sabe que su posición no es la mejor, suelta el algodón y se apoya en el lavabo, pero también sabe el poder icónico de sus pechos y de su culo. Su poderío femenino.

Lo saben desde la pubertad, entre risas y lágrimas aprenden la fascinación que producen en los varónes, el pecho y el culo femeninos. No vamos a polemizar aquí que si el pecho materno, ni nada de eso que es sagrado, madre no hay mas que una y ellas también han mamado de pequeñas. De pequeños todos somos iguales y nos sentamos igual en el orinal para hacer pos y pis, después mejoramos o empeoramos. Unas sentadas otros de pie.

La partida ha empezado, “alea jacta est” que uno sabe idiomas. La tengo cogida por sus mejores defensas, las tetas y el culo y a salvo del rodillazo. Por tanto el juego es de miradas, siempre que no se cabree y no quiera jugar más, claro. Tampoco le amarga un dulce, ella también quiere comparar sus fuerzas y admite la apuesta, esta segura de si misma, recién duchada y sabe sobre todo que la respeto.

Si eres machista y quieres dominar de verdad, ya has perdido. No es juego es agresión sexual, te suelta una frase vergonzante de esas que saben ellas y se acabó. Te mereces el rodillazo, en las bolas, la patada en la piñata y la meada en los hocicos. Y si insistes y vas a mas, la demanda por lo penal y la violación en la celda de la prisión. Supongo que cualquier excusa les vale para aliviar sus necesidades. Tu mismo. Un caballero de armadura es para defender a las princesas no para abusar y dar mandobles.

Que quede claro que es un juego libre entre humanos. No todo vale. El límite está muy claro, sin excusas y no lleva a engaños. El límite es la libertad de cada cual, si cualquiera se siente sin libertad es porque el otro se la quita. Ni se crea ni se destruye, se disfruta o no se disfruta del juego, aquí no hay enemigos. No hay nadie mas aquí, que los que salimos en el espejo. Somos nosotros mismos. No es una metáfora es que me he puesto serio con lo de las agresiones y la libertad.

El poder de la mirada, es el poder de la astucia, es el conocimiento, la sabiduría aplicada. Saber lo que el otro piensa, si hemos neutralizado las supremacías física sólo queda la química. Game over, ellas ya saben lo que pensamos, en meter la bola y hacer puntos. Pués no.

Para que siga el juego tiene que haber algo más. Tenemos que superarnos con sensibilidad por encima del estigma del macho, o te quedas con los 20 segundos del polvo del león, y como mucho con el orgasmo fingido. No está nada mal si pegas 20 al día, pero si no, es patético esperar la temporada de las lluvias con las dudas del fingimiento.

Vale, se queda quieta y yo también. Nada, apenas fracciones de segundo, la paciencia también cuenta.

Ella sonríe, luego acepta el reto, mueve el cuello luego lo admite, suspira luego le gusta.

No te fíes de las leonas, bueno no te fíes a secas.

Saca el culo, luego quiere más. Cuidado puede ser un ardid para escapar, un paso atrás para darse impulso.

Se frota las piernas, luego siente algo. O pis o gustirrinín.

Baja la cabeza y le cae el pelo a la cara, puede ser un engaño.

Sube el rostro sonrojado y entorna los ojos. ¡Victoria¡ Hemos ganado.

Desde ahora solo para adultos. Cada cual con los suyos, los que quepan en el espejo de su baño.

Tu y yo. Nos hemos ganado princesa, yo tu vasallo también tendré premio.

El premio que nos damos, somos nosotros mismos. Parece un libro de auto ayuda, pero no
lo es.

Tú Frente al espejo y yo pegado a ti como una lapa. Va a ser una fiesta erótica para los sentidos y para los imaginados, todos juntos, copiados y mezclados, unos al revés de los otros, lo real y lo reflejado. Erotismo al cuadrado, ¿he contado lo de Pitágoras y su torema?
Miquel


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